“aprobado”

Es un lugar muy Tranquilo...sirve para experimentar relax en la naturaleza.....simple...es ideal para descansar.....el precio esta muy para lo que obtienes...el ambiente natural es excelente...para experimentar en estas islas.

“buen hotel para relax”

buen hotel para pasar con las pareja un buen día de relax,transfer gratuito desde el puerto solo tardas 10 minutos. Hay que tener en cuenta que el hotel esta pensado para rusos pero entienden ingles. la playa del hotel es perfecta y una noche tomando una cervecita sin nadie alrededor no tiene preci… Más

buen hotel para pasar con las pareja un buen día de relax,transfer gratuito desde el puerto solo tardas 10 minutos. Hay que tener en cuenta que el hotel esta pensado para rusos pero entienden ingles. la playa del hotel es perfecta y una noche tomando una cervecita sin nadie alrededor no tiene precio. Muy recomendable elegir la cabaña que esta en frente del mar,algo mas cara pero las vistas lo valen.

Menos

“Gran ubicación y excelentes playas”

El hotel consiste en diferentes tipos de cabañas, las deluxe ubicadas en la zona baja más cercana a la playa que consisten en unidades individuales y otras que son adosadas y se encuentran en la parte alta. Las cabañas individuales es el tipo de alojamiento que elegimos para nuestro viaje y fue un… Más

El hotel consiste en diferentes tipos de cabañas, las deluxe ubicadas en la zona baja más cercana a la playa que consisten en unidades individuales y otras que son adosadas y se encuentran en la parte alta. Las cabañas individuales es el tipo de alojamiento que elegimos para nuestro viaje y fue una excelente elección. Son las más cercanas a la playa, veíamos el mar desde nuestro ventanal y solo estábamos a 20 metros de la arena de la playa. La habitación es muy simple pero suficiente para lo que se necesita en una isla como Coral Island. Cama grande para dos personas, aire acondicionado, nevera minibar con refrescos y cerveza, dos botellas de agua gratis al día (importante ya que el resto de agua de la isla es salada y no se puede beber)... Respecto al baño es sencillo pero suficiente para los días de playa que se pasan en la isla. Lavabo, ducha con agua caliente y poco más. Las toallas no nos las cambiaron en toda la estancia, quizás no sea necesario todos los días pero una vez cada dos o tres días sí que estaría bien. Llegar al hotel cuesta 500 THB por trayecto en speedboat que tarda unos 15 minutos en hacer el corto trayecto entre el Chalong Tourist Pier y la isla. El pier es territorio peligroso si no se sabe regatear, la tienda del mismo es mejor evitarla ya que la dependienta no tiene los precios puesto y utiliza la famosa calculadora para indicar los precios. Una vez saben a qué hora llegas y tienes intención de coger el bote hay personal del resort que se persona en el muelle y te identifica. A esa persona le pagas el trayecto y te indica por dónde embarcar y a qué barco subir. Se hace por la playa por lo que estad preparados para mojaros los pies. Son muy serviciales por lo que os ayudarán con las maletas o equipaje. Una vez en la isla os recibirán con un collar de flores y un zumo; os piden pasaportes y harán el check-in. El problema es que la información en nuestro caso brilló por su ausencia y no nos informaron de horas de desayuno, ni ninguna información adicional más que el número de habitación que además nos acompañó hasta allí uno de los empleados y nos enseñó la habitación y nos dejó conectado el aire acondicionado. La habitación estaba limpia y bien mantenida, pero era sobria y muy simple por lo que no esperes mobiliario de lujo ni detalles exóticos en ella. Simplemente cumple su función, está muy limpia y cuidada. Una vez instalados pudimos comprobar que la playa reservada a los huéspedes del hotel es tranquila y perfecta para unos días de relax. Aguas cristalinas y playa de arena blanca; un entorno envidiable. La playa de actividades de excursionistas queda al otro lado y no es excesivamente molesta ya que queda apartada y a las 4 de la tarde se va quedando desierta con el fin de todas las excursiones. El segundo día pudimos preguntar a uno de los empleados si había forma de llegar a la otra parte de la isla pero nos lo desaconsejó porque había que atravesar la selva y no era aconsejable. Nos dijo que allí mejor llegar en longtail pero que había otra playa (Banana Beach) a un corto paseo por un sendero que comenzaba al final de la playa reservada frente a las cabañas del hotel. Lo seguimos y descubrimos a solo 10 minutos una playa que era bastante más tranquila si cabe que la principal y frecuentada por menos excursiones, al menos durante nuestra visita. La piscina es bastante grande para el tamaño del hotel y tiene zona para niños así como tumbonas con cojines alrededor de la misma. Está cuidada y el agua está transparente y a una muy buena temperatura. En cuanto a la comida en el hotel, durante la primera cena que hicimos ese mismo día de la llegada nos informaron que no era necesario ir pagando cada comida, simplemente firmando en la cuenta y poniendo el número de habitación lo liquidaríamos el día que saliésemos del hotel. Así hicimos en todas las comidas excepto el desayuno que ya estaba incluido en la reserva. Los precios y selecciones de la carta eran adecuados para estar en una isla en la que la única opción para comer es el propio resort. Todo lo que pedimos estaba sensacional y el precio era justo. Las cenas buffet que pudimos ver no nos parecieron atractivas para nosotros pero el resto de clientes parecía disfrutar de ellas. El que vimos por la noche costaba unos 400 THB por persona, con descuento para niños y con opción de pescado fresco al peso que te preparaban al momento. El personal encargado de las comidas era servicial, agradable y atento. En nuestro caso el precio de comidas, bebidas y todo lo que tomamos durante nuestra estancia, siempre a la carta, fue aproximadamente de unos 20€ por persona y día incluyendo el precio del barco de vuelta a Chalong. El último día pagamos la cuenta con tarjeta de crédito sin ningún problema. El programa de entretenimiento para huéspedes está muy pensado para el público mayoritario del resort, de origen ruso, lo cual es muy normal y entendible y no nos supuso ningún problema en nuestra visita. Alguna anécdota como que el camarero nos dejase la carta del restaurante en ruso pero poco más. Durante dos de las noches se proyectó en una pantalla una película en ruso (Step Up Revolution y Oblivion). El mantenimiento del resort es bastante bueno y estaban en plena renovación de cabañas y zonas del hotel pero falta que hagan más hincapié en la limpieza de zonas de la playa cercanas a la selva que tienen restos de escombros, cartones y botellas. El personal se afanaba en peinar la playa todos los días y recogían basura pero una limpieza a fondo de ciertas zonas sería genial no ya para visitantes sino para la isla como ecosistema. Los corales y peces que vimos nos parecieron preciosos y sabiendo el poco tiempo que ha pasado desde el devastador tsunami se puede asegurar que la recuperación va por buen camino aunque deben llevar cuidado con las excursiones y la concienciación para que no los pisen o dañen con las aletas o equipamiento. A nosotros nos encantó y esperamos poder volver en el futuro y verlo todo todavía más recuperado y mejor. Solo echamos en falta que el hotel haga hincapié en informar ya sea durante el check-in o mediante algún folleto en las habitaciones los servicios, horarios y demás detalles de interés para los huéspedes. Por lo demás todo bien. En resumen, gran opción para unos días de relax en una isla idílica del mar de Andamán. Estar en la playa viendo como anochece en silencio y solo con el ruido de las olas y de algún longtail que abandona la isla es algo muy relajante y recomendable.

Menos

“Regular ”

La publicidad del lugar es muy diferente a la realidad, la playa está muy sucia aunque en este resort es la mejor parte y salvar la visita quedarse aquí; la comida es buena sin ser memorable, la atención (de forma extraña) es más bien parca y las instalaciones se ven viejas aunque limpias.