“Encantador hotel”

El hotel ''Art Noveau'' no solo está bien ubicado (la Ku'damm le queda cerquita), sino que cuenta que habitaciones acogedoras, luminosas, casi perfectas, que inmediatamente lo trasladan a uno a otra época. ¡Un hallazgo en la moderna Berlín! La atención fue muy buena siempre, al igual que el servi... Más

El hotel ''Art Noveau'' no solo está bien ubicado (la Ku'damm le queda cerquita), sino que cuenta que habitaciones acogedoras, luminosas, casi perfectas, que inmediatamente lo trasladan a uno a otra época. ¡Un hallazgo en la moderna Berlín! La atención fue muy buena siempre, al igual que el servicio de desayuno, que es una maravilla de abundancia y frescura. El dueño del hotel siempre se mostró amigable, dispuesto a ayudar con tips para paseos, medios de transporte, alrededores, etc.

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“Un base de operaciones en Berlín acogedora y con encanto”

La combinación de ubicación, estilo, encanto, relación calidad-precio y la cordialidad del recibimiento han conseguido que para mí el Art Nouveau haya sido mi base de operaciones en Berlín durante los últimos 10 años. Tiene techos altos, habitaciones amplias, ventanas grandes, suelo de madera y a... Más

La combinación de ubicación, estilo, encanto, relación calidad-precio y la cordialidad del recibimiento han conseguido que para mí el Art Nouveau haya sido mi base de operaciones en Berlín durante los últimos 10 años. Tiene techos altos, habitaciones amplias, ventanas grandes, suelo de madera y arte interesante. Si estás allí para disfrutar de la ciudad, los propietarios Christine y Gerd Schlenzka te encaminarán en la dirección adecuada. Se conocen todos los restaurantes del vecindario (hay muchos buenos) y Christine está al corriente del vibrante panorama artístico de berlín. Durante mi última visita nos recomendaron una oferta especial para almorzar en el restaurante del Swisshotel, que tiene estrellas Michelín. Fue una comida extraordinaria de 3 platos que nos costó unos 25€. También nos mandaron a Rogacki, un bar de pescado y marisco fabuloso que solo lo conocen la gente de allí. Está lejos de todo y es barato. Por ejemplo: tres ostras de Normandía frescas y una generosa copa de vino blanco por sólo 7€. He leído objeciones sin importancia en críticas anteriores que dicen que las televisiones son pequeñas, que no hay zumo reciente y que el café no está caliente. Si esas cosas son realmente importantes para ti, vete a uno de esos hoteles de cadena aburridos e impersonales donde pagas 20€ suplementarios para desayunar...pero eso sí, la tele estará bien. Llevo viajando frecuentemente por Alemania 30 años. Este sitio es una joya...como los de antes. Pronto todos los hoteles llevados por familias serán desbancados por los Novoteles y los Mercure del mundo entero. Y por cierto, mi café siempre ha estado caliente.

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“Una maravilla de hotel boutique”

Mi marido y yo pasamos un tiempo fantástico en el hotel Art Nouveau el pasado verano. Los propietarios de esta pequeña propiedad son muy amables y hacen todo lo que pueden para ayudarte con tus planes de viaje. El hotel está cerca de la linea de tren que te lleva a la puerta de Brandenburgo, al R... Más

Mi marido y yo pasamos un tiempo fantástico en el hotel Art Nouveau el pasado verano. Los propietarios de esta pequeña propiedad son muy amables y hacen todo lo que pueden para ayudarte con tus planes de viaje. El hotel está cerca de la linea de tren que te lleva a la puerta de Brandenburgo, al Reichstag y a otros sitios clave. El hotel se encuentra en un vecindario mayoritariamente residencial lleno de fantásticos restaurantes. Hay un pub alemán enfrente y un restaurante italiano a la vuelta de la esquina. Hay una gasolinera/tiendecita de alimentación contigua al hotel, que era fenomenal para pillar un mapa, bebidas o algo de picar. El hotel se encuentra en la cuarta planta de un edificio antiguo art nouveau. Coges un precioso ascensor antiguo para acceder. El desayuno estaba de maravilla. Cereales, pan, carnes, quesos, zumos, toda la cosas de comer típicas europeas. Una cosa fantástica es que por la tarde y por la noche ofrecen un servicio basado en la honestía. Tienen vino, cerveza y otras bebidas en la nevera. Tú tan solo escribes lo que te has tomado y te lo cargan a tu habitación. ¡Y además los precios son normales! Estuvimos en una habitación muy cómoda con un baño. La habitación contaba con una cómoda antigua y suelo de madera. Había unos preciosos ventanales que daban a la parte trasera de la propiedad. Lo único malo de este sitio, y no era problema de ellos, es que cuando estuvimos allí hubo una ola de calor y era increíble el bochorno que hacia. Como la mayoría de los hoteles de Europa que no son de clase business, no tienen ni aire acondicionado ni ventiladores. Tienen un ordenador sencillo con internet gratuito. No funcionaba muy bien cuando estuvimos allí, pero estoy seguro de que ahora ya va bien. Por lo demás la estancia fue una maravilla y recomendaría mucho este hotel.

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“Curioso y correcto hotel en Berlin”

Esta ubicado en un piso de un edificio tradicional en un barrio residencial de lo que fue la zona británica en la época del Berlin de la guerra fría. Esta un poco alejado de los puntos de interés (nada que un breve viaje en S-Bahn o U-Bahn no pueda solucionar). Eso es su punto más débil. El hotel... Más

Esta ubicado en un piso de un edificio tradicional en un barrio residencial de lo que fue la zona británica en la época del Berlin de la guerra fría. Esta un poco alejado de los puntos de interés (nada que un breve viaje en S-Bahn o U-Bahn no pueda solucionar). Eso es su punto más débil. El hotel tiene el atractivo que es un gran departamento de un piso que ha sido remodelado para funcionar como hotel. El ascensor es de esos antiguos de jaula en donde es muy fácil quedarse atrapado (lo cual también es parte del encanto). El dueño hace de todo para que te sientas a gusto. El desayuno es abundante y sabroso. Para comer a otro horario tiene el método de "honesty bar", es decir, tú vas y tomas de refrigerador lo que te apetezca y te anotas: honestidad europea que cualquier latino aprecia que le prodiguen. Muy cerca del hotel (no más de 10 min a pie) está la sofisticada y elegante Savignyplatz: uno de los secretos turísticos de Berlin: Grato ambiente, buenos restaurantes y una onda como de París (y en Berlin!!). Si van en época estival es imperdible tomarse una copa de vino en una de las terrazas. El dueño del hotel está dispuesto a entregar toda la información turística que el huesped pueda requerir para llegar a este punto o cualquier otro.

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