“Imponente”

Gran hotel muy imponente. Elegante, aunque un poco lejos del centro. Las habitaciones son amplias y cómodas, con muchos amenitíes . Buenas camas. El desayuno es muy completo. Posee un gran lobby y la atención es muy cordial.

“Hotel bueno”

Un hotel bien situado, puedes ir andando al centro en unos 25 minutos. Las habitaciones no son grandes pero sí confortables. El buffet del desayuno muy completo, fruta, embutidos, ensaladas.... los ascensores rápidos. Es un hotel muy grande.

“Pura fachada.”

El hotel, a primera vista, impresiona. Con su fachada en acero o cristal, su rampa de acceso y marquesina a la entrada hace esperar que nos encontraremos en un establecimiento moderno y agradable. En cuanto pones el primer pie en recepción, compruebas que el presupuesto se lo gastaron justamente e… Más

El hotel, a primera vista, impresiona. Con su fachada en acero o cristal, su rampa de acceso y marquesina a la entrada hace esperar que nos encontraremos en un establecimiento moderno y agradable. En cuanto pones el primer pie en recepción, compruebas que el presupuesto se lo gastaron justamente en la fachada y que para el resto no llegó. La decoración es anticuada y fea. Da la impresión que ya lo era cuando se inauguró y pide a gritos una rápida renovación. El interior de los ascensores es pasmoso. Pero lo mejor de todo, y con diferencia, son las moquetas: merecerían estar en un Museo al mal gusto, pegado éste al de la relaciones rotas. Las habitaciones siguen el patrón descrito. Son oscuras y anticuadas y, como el resto del interior, reclaman una inmediata renovación. Sobre todo de colchones y almohadas, desprovistas éstas ya de relleno por el uso. Muebles de formica. Los millenials consultar este último vocablo en google. Mejor los lavabos. Les llegó incluso para mamparas. Personal profesional en la recepción y tanto check-in y check-out son rápidos. El desayuno es comestible, salvo el café que es nefasto.

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