“Un ambiente genial!”

Es extraña esta posada. A mi me encantó y sin embargo, no se si todo el mundo podría apreciarla de la misma manera, ya que no es un establecimiento "Tradicional" Está construida casi en medio de una selva!! Con muchos detalles "Surfer / Hippie / Yoga" que para mi gusto, son espectaculares. De noche… Más

Es extraña esta posada. A mi me encantó y sin embargo, no se si todo el mundo podría apreciarla de la misma manera, ya que no es un establecimiento "Tradicional" Está construida casi en medio de una selva!! Con muchos detalles "Surfer / Hippie / Yoga" que para mi gusto, son espectaculares. De noche, iluminada, es mágica. Una piscina ENORME! y bar para tomar algo a la tarde noche. La habitación, rústica, le faltan detalles. No tiene un buen colchón y es un tanto oscura. Pero tiene que ver con la onda de la posada. Si so muy pretencioso en esos aspectos, no vayas. Muy buen desayuno y buena ubicación.

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“Linda Pousada con mucha ambientación”

La Pousada Katmandú es una muy buena opción en Maresias tanto en cuanto a su costo como ubicación. Se encuentra a unos 10-15 minutos caminado hacia la playa, se sale por un sector especial del hotel para hacer el camino más corto y se pasa por varios restaurantes y negocios y la capilla de San Bene… Más

La Pousada Katmandú es una muy buena opción en Maresias tanto en cuanto a su costo como ubicación. Se encuentra a unos 10-15 minutos caminado hacia la playa, se sale por un sector especial del hotel para hacer el camino más corto y se pasa por varios restaurantes y negocios y la capilla de San Benedito y Santa Ana que está frente al mar. La posada tiene detalles por donde se mire, está super cargada con objetos de viajes y una ambientación general al estilo de Nepal, nos resultó muy curioso y a la vez agradable el lugar. La zona donde se sirve la comida para el desayuno luego se transforma en una sala de juegos con mesa de pool, ajedrez y varios juegos más de mesa, ideal para el mal tiempo. Ya el desayuno se puede realizar en esa parte interior como también al borde de la piscina, lo que lo hace más agradable. El desayuno era sencillo pero variado, completo. También hay una sala pequeña de lectura y un televisor, y otra sala interior con juegos para los más pequeños y más juegos en un área exterior de la piscina. La piscina amplia para lo que es la posada en sí, con zona donde se hace pie y parte más profunda, y hay un sector de descanso con hamacas paraguayas muy bonito también. El dueño super agradable, todo el lugar hacía sentir la estancia acogedora y muy familiar. El personal muy atento también y un detalle adicional es que había por varios lugares un repelente “casero” para ahuyentar a los mosquitos el cual se podía usar las veces que se quisiera. El estacionamiento estaba en la calle enfrente a la posada y el ingreso a la posada era como un puente que cruzaba un arroyo estrecho, por la noche muy lindo iluminado como toda la iluminación de la posada en sí. Quizás el punto más flojo sean las habitaciones, que si bien eran extrañas por su distribución (la que nos tocó tenía unas camas subiendo unas escaleras en una especie de loft), la mobiliaria se veía de no mucha calidad, pero igualmente con toques que acompañaban a todos los detalles del lugar. En nuestra habitación había adicionalmente sector de cocina con utensillos y cubiertos suficientes que no llegamos a utilizar pero me parecieron un plus para el caso de ser necesarios. Una noche cenamos en el restaurante de la posada, la comida estaba bien, el precio un poco elevado pero nada exagerado. La recomiendo para pasar unos días en Maresias a un costo razonable.

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“Buena estadía”

Estuve los primeros días en una posada cercana y luego unas 4 noches en Posada Katmandu. Nos dieron una suite muy amplia, con cocina y estábamos muy cómodos, también destaco la buena ubicación, en pocas cuadras llegábamos a la playa, y estaba cerca de comedores y la zona "céntrica" que es donde est… Más

Estuve los primeros días en una posada cercana y luego unas 4 noches en Posada Katmandu. Nos dieron una suite muy amplia, con cocina y estábamos muy cómodos, también destaco la buena ubicación, en pocas cuadras llegábamos a la playa, y estaba cerca de comedores y la zona "céntrica" que es donde esta el Instituto Medina. Como observación: no tenia donde poner la ropa, no había perchas ni placard ni estantes, nada, todo quedó en la valija. Y otra cosa para acotar es que la atención no es de lo mejor, de los dueños ni del personal.... el trato no es malo, pero simplemente podrían mejorar y mucho.-

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“Todo Bien!”

Es una buena posada, tiene todo lo necesario, habitaciones cómodas y de espacio apropiado, sólo un poco calurosas. El desayuno podría ser más variado. Cuenta con cómodos espacios para descansar. Tiene una buena ubicación (cerca de la playa)